N° .271- Se puede hacer la unción sobre la piel de la cabeza y sobre los cabellos crecidos en ella, pero la persona cuyo cabello es muy largo que cubre su rostro al peinarse, debe untar el cuero cabelludo, y es mejor abrir un surco entre los cabellos antes de hacer la ablución para que pueda untar fácilmente el cuero cabelludo.
N° .271- Se puede hacer la unción sobre la piel de la cabeza y sobre los cabellos crecidos en ella, pero la persona cuyo cabello es muy largo que cubre su rostro al peinarse, debe untar el cuero cabelludo, y es mejor abrir un surco entre los cabellos antes de hacer la ablución para que pueda untar fácilmente el cuero cabelludo.
N° .272- Luego de la unción de la cabeza hay que untar los pies, entonces con la misma humedad que ha quedado en las manos se debe untar la parte superior de los pies desde las puntas de los dedos hasta los tobillos; la precaución obligatoria es untar la parte superior de los pies hasta la unión del pie con el tobillo.
N° .273- Es suficiente untar los pies a lo ancho en la medida de un dedo, pero también es mejor realizarlo con tres dedos, aunque es recomendable untar los pies con toda la palma de la mano; entonces es mejor poner la palma de la mano sobre el pie y deslizarla un poco hacia el tobillo.
N° .274- Para la unción de los pies y de la cabeza, se debe deslizar la mano sobre ellos, entonces según la precaución obligatoria la ablución se anula si la mano se queda quieta en el lugar de la unción y la cabeza o los pies realizan algún movimiento debajo de ella, pero no hay problema si la cabeza o el pie se mueva mínimamente.
N° .275- El lugar de la unción sobre el cual se unta debe estar seco, pero no hay problema si el lugar de la unción posea una insignificante humedad que no se note en comparación con la humedad de la mano; tampoco hay problema si las otros miembros de la ablución (rostro y brazos) estuvieran mojados.
N° .276- Si antes de proceder con la unción se seca la humedad de la mano, no puede mojarse de nuevo la mano con agua externa, sino que se puede obtener la misma humedad de otros miembros de la ablución (rostro y brazos) y realizar la unción con ella.
N° .277- Hay que hacer la unción sobre la piel de los pies, entonces, no se acepta la unción si la hacemos sobre los zapatos o los calcetines, salvo que estuviéramos en la situación de Taqiyya(1)’ o que fuera imposible descalzarse por causa de un peligro como la amenaza de los ladrones o el miedo de animales feroces etc.; en este caso emergente, si las partes superiores de los calzados estuvieran impuras se debe poner algo puro sobre los calzados (por ejemplo una tela) y untarlos sobre ello.
N° .278- Si las partes superiores de los pies estuvieran impuras y no fuera posible purificarlas, se debe poner algo puro sobre el pie y untar sobre ello según la precaución obligatoria, y luego se debe realizar el Tayamum (la ablución en seco).
N° .280- En la ablución por inmersión, el rostro y los brazos deben sumergirse en el agua desde arriba hacia abajo, significando que al sumergirlos en el agua, debemos poner el rostro desde la frente hasta el mentón y luego sumergir los brazos desde el codo hasta las puntas de los dedos de la mano; con la intención de la ablución; también podemos poner la intención de la ablución al sacarlos del agua.
N° .281- Al sacar las manos del agua debemos confirmar la intención de que el agua que se queda en las manos es parte del agua de la ablución, ya que la unción de la cabeza y los pies se invalidan usando agua externa.
N° .282- Está permitido realizar la ablución combinando las dos formas de su procedimiento, por ejemplo, se puede lavar un brazo por inmersión y lavar el otro brazo en la forma regular; aunque es mejor lavar la mano izquierda siempre en la forma regular para que no tengamos problema en la unción de la cabeza y de los pies.
