N° .157- Si el dueño se entera en el momento de comer que la comida es impura, según la precaución obligatoria debe avisar a sus huéspedes; pero si uno de los huéspedes se entera acerca de esto debe abstenerse de comerla aunque no necesita avisar a los demás, excepto de aquellos huéspedes con quienes tiene relaciones familiares e íntimas, entonces puede avisarles para que se purifiquen la boca y las manos.
N° .159- Está prohibido colocar el Corán sobre una impureza, si ello deshonra al libro sagrado. Si una persona encuentra el Corán sobre una impureza, debe retirarlo inmediatamente.
N° .160- Está prohibido escribir con tinta impura el Corán, en caso de hacerlo intencionalmente o en forma involuntaria, hay que borrar o purificar las aleyas escritas.
N° .161- Está prohibido dar el Corán a un incrédulo si este lo deshonra; pero no hay problema si se lo da para guiarlo e invitarlo al Islam. Incluso, a veces puede ser obligatorio dar el Corán a un incrédulo para atraerlo al Islam.
N° .162- Si cayese una hoja del Corán o un papel en el cual se ha escrito el nombre de Dios, del Profeta (PBD) o de los Imames Infalibles (P) en un lugar sucio e impuro (como un retrete), hay que sacarlo y lavarlo inmediatamente aunque contenga gastos, pero si no es posible sacarlo no deben ir al retrete hasta que estén seguros de que la hoja se ha deshecho o que se han borrado sus líneas escritas.
N° .163- La purificación del Corán no es solamente la tarea de quien lo ha impurificado, sino que es la tarea de cualquier persona que se entera de ello, pero si una persona lo hace, la tarea no obliga a los demás hacerlo. Si una persona impurifica el Corán de alguien, y este Corán se lava y se estropea por el lavado, la persona que ha impurificado el Corán debe pagar la compensación de ello.
N° .164- Tercero: Está prohibido impurificar la Turbat (trozo de barro seco que se hace con la tierra del santuario del Imam Husain (P)); esto tiene la misma ley que la hoja del Corán citada en la cuestión número 162.
N° .165- Cuarto: Está prohibido impurificar las mezquitas, en tal caso es obligatorio purificarlas. Esta ley se explicará en las cuestiones N° .823 al 830.
N° .166- Quin to: La ropa y el cuerpo del orante y el lugar de prosternación deben ser puros, (explicaremos esta ley en los capítulos siguientes).
N° .167- Se debe aceptar el dicho de la persona que sostiene un objeto refiriéndose a la pureza o a la impureza de ello, pero esta persona debe ser adulta, así sea justa o injusta, entonces no se acepta el dicho de un niño salvo que se obtenga certeza de ello.
N° .158- Segundo: Está prohibido impurificar las líneas escritas y las hojas del Corán. En caso que se impurifique el Corán se debe lavar inmediatamente; así también está prohibido impurificar la tapa del Corán si ello deshonra al libro sagrado.
N° .171- Para purificar el recipiente que está lamido por un perro, en el cual ha bebido algo, hay que fregarlo con tierra pura y mezclada con poca agua, después lavarlo dos veces con agua escasa o una vez con agua Kur o corriente. La misma acción es recomendable cuando la saliva del perro cae dentro del recipiente; pero si otra parte húmeda del cuerpo del perro tocase un recipiente, no será necesario fregarlo con barro, sino que será suficiente lavarlo tres veces con agua escasa o una vez con agua kur o corriente.
