N° .317- Es mejor limpiar la mugre debajo de las uñas, pero si las uñas son muy largas es necesario limpiar detrás de ellas; además, si nos hemos cortado las uñas y la mugre se ha quedado sobre las puntas de los dedos, debemos limpiarlos.
N° .318- Es suficiente lavar y untar la superficie de las ampollas por quemaduras que aparecen en la piel y no es necesario hacer llegar el agua a su interior, aunque las ampollas estuvieran abiertas; pero si se desprenden y se pegan en otra parte de la piel, hay que hacer llegar el agua por debajo de ellas a condición de que no fuera perjudicable.
N° .319- Cuando la persona piensa en forma racional que tal vez haya un obstáculo en los miembros de la ablución, debe primero mirarlos; por ejemplo la persona que pinta o trabaja con barro y dudase en que se le hayan pegado unas partículas del pintado o del barro, debe primero examinarlas y limpiar los miembros de la ablución.
N° .320- Las pinturas que no obstaculizan el agua no tienen problema para la validez de la ablución; en cambio, hay que limpiar las pinturas que obstaculizan el agua, incluso las pinturas sobre las cuales tenemos duda si obstaculizan el agua o no.
N° .321- No hay problema si llevamos anillos, brazaletes o sus adherentes en el momento de hacer la ablución, a condición de que no obstaculicen la llegada del agua a la piel; por lo tanto, para hacer llegar el agua a la piel se pueden mover estos objetos en el momento de lavar los brazos y las manos.
N° .322- Si después de la ablución dudamos si hemos hecho todas las etapas de la ablución correctamente con todas sus condiciones o no, no debemos prestar atención a nuestras dudas, pero si dudamos mientras estamos haciendo la ablución, debemos repetirla.
N° .328- Si la persona sufre de una enfermedad sin controlar la salida de la orina o de las heces, debe hacer la ablución y realizar la oración basándose en lo obligatorio, en este caso, si no puede soportar mucho, debe abandonar lo recomendable de la oración, como el Azan, el Iqama y el Qunut.
N° .329- Los enfermos que no tienen control sobre la salida de la orina y de las heces, deben hacer la ablución para cada oración, pero si la orina y las heces salen con frecuencia imposibilitando realizar y mantener la ablución, es suficiente para ellos hacer una vez la ablución.
N° .330- El enfermo cuya orina y heces salen con frecuencia y no puede mantener la ablución, puede realizar dos oraciones como las oraciones del mediodía y de la tarde con una ablución, aunque la precaución recomendable es hacer la ablución para cada oración.
N° .331- El enfermo que tiene control sobre la orina y las heces, debe hacer la ablución y mantenerla para realizar la oración.
N° .333- El enfermo que no tiene control sobre la orina y las heces, debe realizar la oración inmediatamente después de hacer la ablución, y no necesita hacer otra ablución para la oración de precaución(1) y la prosternación de descuido (Sahw)(2) .
N° .334- El enfermo que no tiene control sobre la orina y las heces debe cubrir sus genitales con algo que impida la impureza trasmitirse a otras partes del cuerpo, y la según precaución obligatoria, debe lavar estos orificios antes de hacer la oración.
